OPINIÓN DE UN SEGUIDOR DE MI BLOG SOBRE LA ENCUESTA DE LOS RESCATES EN MONTAÑA. ¿QUE PAGUEN LOS RESCATADOS?

Hola Juan:
Te felicito por tu Blog, es francamente interesante!!
He visto la encuesta, ante la pregunta de si nos parece bien que pague
el rescatado, te digo:
Me parece que no se ha pasado de dar la recomendación de avisar a un
familiar o amigo acerca de donde nos vamos a dirigir en nuestras
salidas a la montaña y esto hay que equilibrarlo de alguna manera,
porque la montaña está llena de peligros y sobre todo cuando lo que
uno busca es el reto y la aventura.
Yo he visto gente subir a la Bola del Mundo con una cámara de camión
hinchada en un día con niebla y ventisca y.... francamente, esto no me
parece diferente a ir en dirección opuesta por la autopista. No es
justo que se movilicen medios para rescatar a inconscientes.
Tampoco hay tanta cultura y conocimiento de la montaña, como tiendas
en las que uno puede conseguir material para disfrutar de este deporte
(y modo de vida). Con esto quiero decir que mucha gente conoce el GORE
TEX en profundidad, mientras que ignoran cosas tan básicas como que
una rama cargada con 200 kilos de nieve helada, puede partirse, caer
desde 8 metros de altura y matarte.
Sólo quiero comentarte las que creo que serian posibles soluciones y
espero no aburrirte con ello, están fundadas en el sentido común y en
mi conocimiento de la montaña, más cercano a lo aprendido de los
pastores de la Sierra de Guadarrama que en mi experencia de alta
montaña, que es poca.
Hay que federarse: Y me figuro que a través de las federaciones de
montaña se podrán gestionar seguros que cubran los daños de los
amantes del riesgo, que a pesar de poner todo el cuidado del mundo,
tienen un desafortunado accidente. Un coche o una moto tienen un
peligro y andar por la sierra o escalar en hielo, también.
Hay que registrar las salidas: No basta con la recomendación, en las
zonas de montaña que se puedan utilizar libremente y estando o no
federado, las autoridades deberian de contar con medios para registrar
nuestro acceso y ruta como obligación y llevar el correspondiente
justificante. Está la vida de rescatadores en juego y la nuestra
tambien. Se pueden establecer controles en los puntos de acceso de los
Parques y áreas de acampada o en los ayuntamientos, sin olvidarnos de
Internet como herramieta para ayudarnos a ejercer el registro de esta
actividad.
Limitar el acceso en ciertas condiciones: Es poner puertas al campo,
pero, es razonable que una vez informados de los riesgos y a pesar de
la insistencia de los montañistas, se pongan medios para controlar
quienes, como y cuando entra la gente. Un día de ventisca y niebla
cerrada en Puerto de Navacerrada, un autocar de excursionistas bien
equipados y con un par de guias "experimentados" se dirigían a
realizar un trayecto en el que semanas antes murieron varias personas
sepultadas bajo la nieve, existiendo aún el riesgo de aludes. No es
necesario que la gente se ponga en peligro y llegado el caso, no debe
ser el estado o una aseguradora la que pague las consecuencias, menos
aún los rescatadores. No hace falta ir al Himalaya para estar en
verdadero peligro.
Para que lo anterior valga de algo: Los colegios, la televisión y los
profesionales del campo y la montaña podrían divulgar información real
y útil sobre la montaña. No olvidemos que el Trekking y la Escalada se
han convertido en articulos de consumo y requieren de un valor
informativo que los complemente.
Sería util hablar y explicar cuales son los verdaderos peligros de la montaña: Fauna, vegetación,
desorientación, grietas bajo la nieve, aludes, desprendimientos,
hielo, trayectos de riesgo, niebla... Se habla mucho de como actuar
"en caso de" y no se habla de como identificar el peligro, ser humilde y evitarlo.
Creo que las muertes de este año en puntos tan aparentemente
inofensivos como la Sierra de Madrid, merecen ser escuchadas, tomar
medidas y no plantearse el pago del rescate como un abuso o una
injusticia para los pobres montañeros, eso si, regularlo y para eso se
requiere información, control, reglas y voluntad de querer acogerse a
estas normas.
Saludos.
Agustín Sánchez. Fotos: www.greim.es