Por la mañana el domingo y con el fin de estirar las piernas salí de mi casa caminando por Les Voltes de Ferriol y llegué al Cau de Mariano Ros. Esperaba encontrarme con el "Tío Pérez" que suele ir por allí muy a menudo, pero ya se había marchado. Les dejé una nota en la libreta de visitas. Al final fueron más de tres horas de caminata y acabé cansado, lo que me tuvo tirado en el sofá toda la tarde con dolor de cuádrices, también, por la carrera del sábado.
lunes, 13 de septiembre de 2010
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